Por alguna extraña razón y desde el punto de vista que mi divina virtualidad me ofrece, hay algunas cosas que me erizan el coño. "COÑO", qué palabra tan española! Con su "ñ" y todo.
Por alguna extraña razón (bueno no tan extraña), la bandera española se ha ido convirtiendo en símbolo de extremistas con tintes bastantes fascistas. Y no os hablo de la que tiene el escudo con el águila (que evidentemente es una bandera franquista, símbolo del totalitarismo y la intolerancia), si no de la que no tiene escudo o lleva el escudo de la corona.
Incluso, en nombre de ese símbolo que representa un país (gran país a mi modo de ver, que ha pasado lo suyo!), unos pocos, aunque más de los que debieran, defienden unos ideales que casi siempre pretenden ser impuestos a los demás. Y con esas ideas totalitarias, acogen a una bandera que, olvidan, representa a todos los que sienten esta nación, que al fin y al cabo es un estado de la UE, con orgullo.
De hecho, y quizá por culpa de todos nosotros, hemos impregnado a cualquier objeto con la bandera española, como si el que lo portase fuese afín al fascismo español. Y ese, seguramente ese, es nuestro gran error.
Quizá deberíamos recordar a todos y todas, que esa bandera es símbolo de todos. De todos los que entienden a España como un riquísimo lugar de diferencias. De todos los que entienden los territorios como una unión de los mismos. De todos los que están dispuestos a escuchar y entender que todos tienen derecho a vivir su vida según sus ideales y su propia ética, sin intentar imponerla a los demás.
Quizá al lado de una pulsera con la bandera gay, deberíamos poner una pulsera con la bandera española.
Y recordad que ser gay, sentirse vasco o catalán no está reñido ni implica que uno no se sienta español y europeo. La bandera española no puede ser símbolo de nacionalismos. Eso dejémoslo a las águilas de otras épocas. Es símbolo de nuestras tierras, y de nuestras formas de vivir la vida.
Así que dejemos de ser unas mamarrachas, y no permitamos ni un segundo más que la bandera española sea mancillada por los que no respetan a los españoles, recordándoles a esos que esa... esa bandera tan mona que se ve desde lejos al contraste del cielo... es ... NUESTRA BANDERA.
¿Qué tal si este año en el día del orgullo ondeamos el arcoiris y nuestra bandera española?
¿Qué tal si en una manifestación por nuestros derechos deja de faltar ese símbolo que nos une y nos identifica?
Que nadie se adueñe de nuestros símbolos, que nadie nos escupa de esa forma a la cara.
La bandera española, manchada, como todas, a lo largo de la historia... hoy símbolo de un país multicultural, de respeto, tolerancia y libertad.
Porque como no podía ser de otra manera... Spain is diferent. Nosotros somos diferentes. Y esa... es nuestra bandera.
Yiyei
Vuestra Drag Virtual
"Qué me gusta una emoción!"
Por alguna extraña razón (bueno no tan extraña), la bandera española se ha ido convirtiendo en símbolo de extremistas con tintes bastantes fascistas. Y no os hablo de la que tiene el escudo con el águila (que evidentemente es una bandera franquista, símbolo del totalitarismo y la intolerancia), si no de la que no tiene escudo o lleva el escudo de la corona.
Incluso, en nombre de ese símbolo que representa un país (gran país a mi modo de ver, que ha pasado lo suyo!), unos pocos, aunque más de los que debieran, defienden unos ideales que casi siempre pretenden ser impuestos a los demás. Y con esas ideas totalitarias, acogen a una bandera que, olvidan, representa a todos los que sienten esta nación, que al fin y al cabo es un estado de la UE, con orgullo.
De hecho, y quizá por culpa de todos nosotros, hemos impregnado a cualquier objeto con la bandera española, como si el que lo portase fuese afín al fascismo español. Y ese, seguramente ese, es nuestro gran error.
Quizá deberíamos recordar a todos y todas, que esa bandera es símbolo de todos. De todos los que entienden a España como un riquísimo lugar de diferencias. De todos los que entienden los territorios como una unión de los mismos. De todos los que están dispuestos a escuchar y entender que todos tienen derecho a vivir su vida según sus ideales y su propia ética, sin intentar imponerla a los demás.
Quizá al lado de una pulsera con la bandera gay, deberíamos poner una pulsera con la bandera española.
Y recordad que ser gay, sentirse vasco o catalán no está reñido ni implica que uno no se sienta español y europeo. La bandera española no puede ser símbolo de nacionalismos. Eso dejémoslo a las águilas de otras épocas. Es símbolo de nuestras tierras, y de nuestras formas de vivir la vida.
Así que dejemos de ser unas mamarrachas, y no permitamos ni un segundo más que la bandera española sea mancillada por los que no respetan a los españoles, recordándoles a esos que esa... esa bandera tan mona que se ve desde lejos al contraste del cielo... es ... NUESTRA BANDERA.
¿Qué tal si este año en el día del orgullo ondeamos el arcoiris y nuestra bandera española?
¿Qué tal si en una manifestación por nuestros derechos deja de faltar ese símbolo que nos une y nos identifica?
Que nadie se adueñe de nuestros símbolos, que nadie nos escupa de esa forma a la cara.
La bandera española, manchada, como todas, a lo largo de la historia... hoy símbolo de un país multicultural, de respeto, tolerancia y libertad.
Porque como no podía ser de otra manera... Spain is diferent. Nosotros somos diferentes. Y esa... es nuestra bandera.
Yiyei
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